VILLA LAS CHAPAS 78
El terreno sobre el que actuamos presenta una superficie 1.200 M.
La superficie construida total es de 240 M² sobre rasante.
La reinterpretación del lenguaje de la arquitectura vernácula se justifica por la búsqueda de las raíces del lugar donde se realiza el proyecto.
Esta villa es un retrato fiel de adaptación de lo autóctono a las circunstancias actuales.
Es una vivienda que recrea el tradicional barroco andaluz de casas cuyas fachadas destacan por su presencia, de un espléndido color, con numerosos y amplios ventanales exteriores que integran los espacios interiores con los exteriores.
VISIÓN DEL ESTUDIO DE ARQUITECTURA EN MALAGA
En la parcela número 78 de la Urbanización Hacienda Las Chapas podemos encontrar una hermosa villa proyectada por este estudio de arquitectura en Malaga.
Una vivienda unifamiliar aislada con su propia zona ajardinada y su piscina privada. En una parcela de 1200 metros cuadrados se plantea la construcción de una residencia de 240 metros cuadrados sobre rasante. Entre los claros de vegetación, a lo lejos, se pueden ver asomar las elegantes cubiertas inclinadas de teja cerámica tan características de esta zona. Entre ellas destaca un pequeño torreón con cubierta a cuatro aguas y dos esbeltas chimeneas blancas. Es una silueta muy reconocible y propia de la arquitectura más tradicional del lugar.
Los arquitectos en Malaga han configurado la vivienda en dos niveles, siendo la planta baja el nivel de menor privacidad con los usos mas comunes como salón y cocina. En la planta alta encontramos las estancias mas privadas, dormitorios y baños.
Los volúmenes que componen la vivienda se muestran con aristas afiladas, como grandes prismas blancos en contraste con una sinuosa piscina que parece entrar en movimiento. Los arquitectos han creado un escenario idílico, un lugar para el disfrute del clima, la naturaleza, la cálida luz que nos ofrece este lugar tan especial en la Costa del Sol especialmente en Malaga.
Este estudio de arquitectura en Malaga ha diseñado proyectos similares con pequeños matices en países como Brasil, Angola, Noruega o México. La experiencia de haber trabajado en diversos países ha enriquecido mucho la manera de intervenir en el entorno. La sensibilidad es mayor y la adaptación de los proyectos es total.